"Creo que lo más importante no es
que se consuman computadoras, que nos convirtamos en importadores, armadores y
usuarios de computadoras, aunque esto representa o puede representar un avance,
sino desarrollar una cultura algorítmica. El juego puede ayudar a la
familiarización del niño con la computadora; lo importante es que sea un primer
paso y que el chico desarrolle su capacidad de programar." Esto le decía a
la revista K64 Rodolfo Terragno hace casi 30 años.
La PC tenía sólo 5 años de vida. Faltaban 10 años
para que Internet llegara a los usuarios argentinos. Google estaba a 12 años de
distancia, y Facebook, a casi 20. No existían ni Windows ni el celular ni la
Web, y pasarían 21 años antes de Apple lanzara el iPhone. Sin embargo, Terragno
vio con impecable lucidez algo que sólo ahora la sociedad, y en particular los
Estados, empiezan a comprender.
Pero
nunca es tarde, dicen, y la historia que quiero contarles hoy tiene dos
protagonistas clave. Por un lado, el profesor de informática Gustavo Cucuzza;
por el otro, la directora general de Planeamiento e Innovación Educativa del
gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Mercedes Miguel.
Enfrentados agriamente en su momento, y pese a disentir todavía hoy en muchos
aspectos, lograron algo que en nuestra Argentina crispada, antagónica y
polarizada es heroico: debatieron, consensuaron, se entendieron y consiguieron
un cambio histórico en la educación secundaria de esta ciudad, y quizá del
país. La informática acaba de ingresar oficialmente en los planes de estudio de
las escuelas secundarias de la CABA, con 2 horas semanales durante 3°, 4° y 5°
año.
Cucuzza y Miguel no estuvieron solos, desde
luego. El primero actuó como vocero de un grupo de alrededor de 20 profesores
de informática de forma directa y 500 (hoy 800) en su grupo de Facebook
(https://www.facebook.com/groups/docentesdeinformaticaycomputacion/).
Miguel,
a su vez, forma parte de una gestión educativa que logró sortear muchos lugares
comunes, y sobre todo uno, ese que dice que "los chicos tienen que
aprender a usar la computadora, no entender cómo funciona, porque cualquiera
puede manejar un auto sin saber cómo funciona".
Si Cucuzza se hubiera encontrado con los
prejuicios que vienen plagando desde siempre la relación entre las nuevas
tecnologías y la educación, no me habría dicho, cuando hablé con él esta
semana, que "Mercedes Miguel fue clave en haber logrado que la informática
ingrese en los planes educativos de la Nueva Escuela Secundaria". Ni
Miguel me habría dicho, en una charla telefónica hace tres días, que con
Cucuzza "habían logrado una relación muy fructífera".
Parches
Pasados
15 años del siglo XXI, uno esperaría que la relevancia de las nuevas
tecnologías en la vida cotidiana ya no sea un titular de primera plana. Estamos
inmersos en un universo de computadoras. Todo lo que se enchufa o usa baterías
-salvo unas pocas excepciones- tiene adentro una o más computadoras. Buena
parte de nuestra existencia discurre por la red de telecomunicaciones más vasta
que haya construido la humanidad, con 3000 millones de personas que se
relacionan, trabajan, compran, venden, se entretienen, se informan, se
desinforman y hasta cometen delitos en línea; una red, quizá deba aclarar, que
está constituida pura y exclusivamente por computadoras. Uno imaginaría que las
ciencias que estudian estas maquinarias hace rato que forman parte de los
planes de estudio, junto con la lengua, la matemática, la física y la biología.
Pero no es así. No es exactamente así.
En algunas provincias, como la de Buenos Aires,
la materia Nuevas Tecnologías de la Información y la Conectividad (a la que
llaman NTICx) está en vigor desde hace mucho, aunque con una carga horaria
ínfima: 2 horas por semana sólo en 4° año. Se le han hecho, además, otras
críticas, en particular desde la Fundación Sadosky
(www.fundacionsadosky.org.ar).
En muchos casos, la informática se ha colado en
las escuelas un poco por la puerta de servicio, ocupando el lugar de, por
ejemplo, la mecanografía o las actividades prácticas, y suele reducirse a la
enseñanza del Office.
"Querían que se enseñara Office porque eso
era lo que estaba establecido en el mercado, y los chicos tenían que aprender a
usarlo", me dijo Cucuzza cuando charlamos acá en el diario. Es el viejo
demonio mecanicista metiendo la cola.
Para los que razonan de esta forma, no hay
diferencia entre un telar y un cerebro electrónico. El error colosal de esta
argumentación es que las computadoras no son una sola máquina, sino que son
todas las máquinas posibles. Son el Office, pero también Facebook, AutoCAD, el
FIFA y el PES, la planilla de cálculo, el reproductor de música y video, la
cámara de fotos y el cuarto oscuro, el navegador GPS, el mensajero instantáneo,
el reloj y la brújula. La Play es una computadora. Lo mismo que tu router Wi-Fi
y la tablet. Un robot es una computadora que puede actuar físicamente sobre el
mundo real. Incluso la impresora es una computadora. Y cuando apretás el pedal
del dichoso auto del ejemplo de antes estás en realidad enviando un comando a
una de sus muchas computadoras.
No está mal que aprendan a usar el Word o el
Excel, concedido. Me gustaría, eso sí, que también se enseñara LibreOffice. Y
que se hablara de categorías de aplicaciones, en lugar de asociar el concepto
de "procesador de textos" de forma unívoca con "Word" y el
de "planilla de cálculo" con "Excel".
No está mal, decía, pero existe una sola manera
de que en el futuro, cuando ese alumno se convierta en adulto, no se quede
paralizado ante alguna pantalla sin saber qué hacer: enseñarle cómo
"piensa" una computadora. De ser posible, enseñarle también a
programar, que es la forma en que los humanos controlamos las máquinas. De otro
modo, ellas nos pueden terminar controlando a nosotros.
Le pregunté a Cucuzza si se les imparten estos
conocimientos a los chicos del secundario. "No. Hay una materia, que se
llama Educación Tecnológica, que está desde la primaria, al menos en CABA, y,
en la secundaria, seguro en el resto del país, pero que empieza desde la
prehistoria. En telecomunicaciones arranca en el telégrafo. Nunca se llega a
Internet", me respondió.
Ante la misma pregunta, Miguel me dice: "Todo
esto tiene que ver con la reforma de la escuela secundaria que parte de la
resolución 84 de 2009 del Consejo Federal [de Educación]. Para lo que es el
ciclo básico sí se pide Tecnología Educativa en la República Argentina. Algunas
provincias lo tomaron y otras, no. El plan de educación nacional, que no existe
como tal, son los núcleos de aprendizaje prioritarios, que a partir de la
resolución 84 fija los criterios, de modo que sería como un plan nacional,
porque dice cuáles deben ser los contenidos de la escuela secundaria en el
país. Y los distribuye en ciclo básico (1° y 2° año), ciclo superior (3° a 5°)
y las 10 orientaciones que fijó el Consejo en su momento. La CABA hizo un
pedido expreso para que en la Ciudad de Buenos Aires en lugar de 10 fueran 13 orientaciones,
una de ellas en informática.
"La gran discusión -continuó Miguel- fue que
los que hacían los diseños curriculares en las distintas provincias entendían
que, como había una orientación en informática, el resto de las orientaciones
no tenían que ahondar demasiado en la educación digital. En eso dimos una
batalla muy importante y tuvimos reuniones muy interesantes con los profesores
de informática. Ellos sí entendían que, indistintamente de la orientación que
el alumno elija, debe tener una altísima educación en los desafíos en la
cultura digital y en la comprensión de la tecnología cuando salga de la
escuela."
"En la CABA -añadió la funcionaria- tampoco
existía un diseño curricular para todas las escuelas secundarias; cada una
tenía su plan. El primer reordenamiento que hicimos fue fijar un plan para
todas las escuelas de la ciudad, respetando su identidad, su trayectoria y
demás. Había un grupo muy reducido de escuelas públicas, unas 15, que tenían la
informática en su plan de estudios, como es el caso de la de Cucuzza. Por eso
contaban con los docentes y por eso tenían la formación. El resto de las
escuelas, sabiendo que había avances significativos en tecnología, dictaban la
asignatura en los espacios que podían. Las escuelas privadas incorporaron esto
mucho antes que las estatales, en parte por tener la libertad para hacerlo. Lo
que nosotros hacemos ahora es fijar la impronta, la importancia de enseñar la
tecnología y la informática en todas las escuelas secundarias de la
ciudad."
Transformación
Pero al principio de esta reforma, cuando la CABA
debió adecuarse a la resolución 84/09, la informática había desaparecido como
materia. Los diseñadores curriculares habían redoblado la apuesta por el
"aprender a usar". Las nuevas tecnologías se volvían, en los primeros
borradores del plan para la Nueva Escuela Secundaria (NES), una asignatura
transversal en la que los profesores de informática asistirían a los demás
docentes en el empleo de computadoras para sus respectivas materias. No es una
mala idea. Pero es sólo la mitad de la solución.
Además, con toda franqueza, quitarle a la
informática su propio espacio curricular en pleno siglo XXI resultaba imposible
de justificar.
Al enterarse de esto, Cucuzza se puso en marcha
para tratar de revertir una situación que él (como Terragno en 1986) sabía que
era nefasta para la formación de los alumnos. Lanzó el blog "La
Informática Prohibida" (http://lainformaticaprohibida.blogspot.com.ar),
buscó interlocutores, convocó a otros profesores de su disciplina y esgrimió
sus puntos de vista en las redes sociales. Sin descanso, doy fe. Recuerdo haber
hablado largo y tendido con él sobre estos temas, a la noche, tarde, y recuerdo
haber pensado que ese hombre estaba de verdad robándole horas al sueño para
evitar que los chicos salieran de la secundaria sin conocimientos y destrezas
críticos para nuestro tiempo.
"Fue un período de mucha soledad, no
encontraba a quién advertirle sobre lo que estaba pasando -me dijo cuando
hablamos esta semana. Entonces entró en escena Twitter-. Empezamos a difundir
mucho el tema en las redes sociales, sobre todo en Twitter, porque la directora
de planeamiento educativo del gobierno de la ciudad, Mercedes Miguel, usa
Twitter. Ahí ya éramos 15 profesores los que estábamos más enganchados en la
movida. Fue cuando comenzaron a prestarnos atención y me llamaron a una reunión
en el Ministerio de Educación de la CABA. El hecho de habernos prestado
atención ya me sorprendió."
Allí empezó este proceso de debate y negociación
en el que la computación recuperó su espacio curricular en el ciclo superior.
"En el ciclo básico, primero y segundo año, sigue siendo transversal, se
llama Educación Digital. En el ciclo superior, de tercero a quinto, tiene una
impronta fuerte de programación. La materia se llama Tecnologías de la
Información, y está bueno que se llame así, porque es un nombre mundialmente
asociado a la informática. Son 2 horas por semana para cada año. En cuanto a
los contenidos, en 5° año lo hicieron orientado a cada especialidad:
comunicación social, economía, educación física, etcétera. En 3° y 4° es
amplio, tiene los componentes de la PC, edición de video e imagen, cómo
funcionan las redes, Internet, lo básico de la programación", enumeró
Cucuzza cuando le pregunté por el nuevo plan, que ya es resolución ministerial.
Una sabia resolución.
Mercedes Miguel me dijo: "Nosotros ya
veníamos en la CABA con una política de introducción de entornos de aprendizaje
y enseñanza en espacios digitales, con el plan Sarmiento, un plan de innovación
pedagógica en el que introdujimos 600 docentes, con una mirada muy diferente
respecto del uso de las tecnologías, con un diseño curricular que fijara la
posición de docentes y alumnos respecto de las nuevas tecnologías y de la
importancia de la programación. Por eso uno de los factores más importantes en
nuestros encuentros con los docentes fue la introducción de la programación
desde niveles muy iniciales en la primaria. Casi te diría desde el primer ciclo,
mediante Scratch [https://scratch.mit.edu].
"Así que lo que hicimos en la secundaria,
aprovechando la movida de Conectar Igualdad, con quien tenemos una muy buena
relación y trabajamos mucho con el equipo de Nación, cuando tuvimos la
oportunidad de armar el primer diseño curricular de la Ciudad, fue establecer
que la enseñanza de las Tecnologías de la Información y Tecnología Educativa
era prioritaria."
Hubo también, es justo señalarlo, un cambio en el
clima cultural. En los últimos 5 años la programación ha ido ganando un lustre,
un prestigio merecido, pero inédito. Quizá por el espaldarazo de figuras como
Bill Gates y Mark Zuckerberg, la programación se había puesto de moda. En el
nivel nacional, la Fundación Sadosky y Program.ar (http://program.ar) también
impulsaron el cambio. Ojalá que estas iniciativas conduzcan a que las ciencias
de la computación (sin eufemismos, sin nombres políticamente correctos)
ingresen de lleno y oficialmente en todas las escuelas secundarias del país.
Nativos
Le pregunté a Cucuzza cuál fue el rol de los
padres en todo este asunto. "Ninguno, no participaban ni se enganchaban en
las redes sociales. Incluso hubo jornadas de discusión en las escuelas, a las
que estaban invitados, y no se involucraron." Un signo de los tiempos. Muchos
padres sienten que sus hijos saben más que ellos de estas cosas, y por lo tanto
es innecesario enseñarles nada al respecto. Es el mito de los nativos
digitales.
Lo que en realidad ocurre es que los chicos no
tienen miedo de usar sus dispositivos, al revés que los adultos. Son, además,
pragmáticos. No les interesa saber. Les interesa usar. Mientras el adulto lee
el manual, el chico explora el equipo, detecta los botones más importantes y en
algo así como 50 segundos ya se hizo una selfie y la subió a Facebook.
Pero esa actitud de los chicos no dura para
siempre. Con el tiempo todos empezamos a resistirnos a lo nuevo y a sentir
miedo de romper algo. Esto también es natural. La forma de contrarrestarlo es
mostrándoles a los alumnos desde muy temprano que hay ciertas cosas inmutables,
incluso en estas vertiginosas ciencias. Un día han de cambiar, pero de momento
seguiremos rodeados de microprocesadores y código fuente, de interfaces y
dispositivos apuntadores. No falta mucho para que controlemos las computadoras
con la mente, pero aún así algo seguirá siendo cierto: todo lo que llamamos
información se ha convertido en unos y ceros, es decir, en bits, y las
herramientas digitales emulan algunas funciones del cerebro humano. Si eso no
es disruptivo, sinceramente, no sé qué lo es.
Atención
Con Miguel hablé mucho más de lo que puedo
razonablemente incorporar aquí, asuntos muy interesantes, como que la educación
en el siglo XXI trasciende el aula, pero quiero rescatar este concepto suyo:
"Cualquier cosa que hagamos que les impida a nuestros estudiantes estar a
la altura de las demandas del futuro los va a estar excluyendo de una sociedad
altamente modificada por el impacto de las nuevas tecnologías. Si no podemos
ver el tsunami que se viene por el impacto de las nuevas tecnologías en todas
las áreas de la vida de los seres humanos en los próximos 20 años, lo único que
vamos a estar haciendo es hipotecarles el futuro a los chicos".
Es exactamente así, porque el mundo en que van a
vivir nuestros hijos (tal vez, en el que ya están viviendo) es tan diferente
del nuestro como el de nuestra niñez lo era de la Edad Media. Suena exagerado.
Pero pueden tomarme la palabra.
Cucuzza me dijo algo que es muy fuerte y que
debería hacernos reflexionar: "Además, a los chicos les encantan estas
cosas, se prenden, se enganchan, te prestan atención, y eso es raro en la
escuela secundaria".
Ciclo Orientado del Bachillerato INFORMÁTICA
(Ver documento nes-co-informatica_w.pdf)
Y si eso les parece poco...
EXTRAÍDO DEL COCUMENTO OFICIAL DE NES CABA:
La Informática y las TIC en la Educación Tecnológica (NdR
Plan General, No específico de Orientación de Bachiller en Informática)
La Educación
Tecnológica retoma el tratamiento que se realiza en el Nivel Primario;
incluyendo también contenidos pertenecientes a los campos de la Informática y
de las TIC, complementando el abordaje transversal propuesto para toda la
escuela secundaria.
En cada uno
de los cuatro bloques temáticos en que se agrupan los contenidos de Educación
Tecnológica se incluye a la Informática y a las TIC, manteniendo el enfoque y
las perspectivas presentadas más arriba.
En
particular, se incluyen contenidos específicos del campo informático relacionados
con: la resolución de problemas creando algoritmos y codificando a través de
lenguajes de programación; la puesta en práctica de estrategias para la
modelización, el procesamiento y la comunicación de información mediante
herramientas informáticas; el conocimiento de las características de los
sistemas, procesos y recursos informáticos; la integración de los sistemas
informáticos a las telecomunicaciones (internet), a los procesos de producción
y a las
tecnologías de control automático (Robótica); el análisis de las nuevas formas
de producir, publicar y compartir información en la sociedad del conocimiento.
Asimismo, en
Educación Tecnológica se proponen formas de conocer y técnicas de estudio que,
de acuerdo con las posibilidades de cada escuela, promuevan una utilización
intensiva de las herramientas y las estrategias informáticas, como mediadoras
para potenciar los procesos de enseñanza y de aprendizaje de los alumnos.
1º y 2º AÑO
PRPÓSITO DE LA ENSEÑANZA
Proponer
situaciones de aprendizaje que promuevan en los alumnos la resolución de
problemas tecnológicos, anticipando y planificando sus accionesy evaluando
los resultados obtenidos en función de las metas propuestas.
Favorecer en
los alumnos el reconocimiento y la valoración del rol que cumple el proceso de
diseño en el desarrollo de sus propias capacidades para analizar y resolver
problemas tecnológicos.
Ofrecer
variadas oportunidades para que conozcan, seleccionen y utilicen estrategias y
herramientas informáticas para la búsqueda, organización, modelización,
procesamiento y publicación de información en formato digital (*).
Promover en
los alumnos la curiosidad y el interés por hacerse preguntas y anticipar
respuestas en relación con los procesos y los productos tecnológicos, brindando
estrategias que les permitan comprenderlos y relacionarlos.
Presentar
información, situaciones y ejemplos que permitan a los alumnos reconocer la
diversidad, el cambio y la continuidad que caracteriza a los procesos y productos
tecnológicos, en función de los diferentes contextos y culturas.
Desarrollar
miradas críticas y reflexivas que permitan reconocer cómo la práctica
tecnológica condiciona, y a la vez depende, de factores económicos, políticos,
sociales y culturales, con consecuencias tanto beneficiosas como de riesgo
socioambiental.
Brindar
herramientas conceptuales y estrategias procedimentales que permitan a los
alumnos, a partir de la comprensión de determinados procesos y productos
tecnológicos, construir generalizaciones y categorizaciones que les permitan
trascender los casos particulares y arribar a nociones generales aplicables a
diferentes procesos y tecnologías.
Aportar
información y experiencias que les permitan a los alumnos analizar y valorar
crítica y desprejuiciadamente los impactos y efectos del desarrollo dela
Informática y las TIC sobre la producción, la vida cotidiana y las
subjetividades (*).
Generar
situaciones de aprendizaje que promuevan el desarrollo del pensamiento
estratégico en contextos técnicos, aplicando lógicas de diseño y, también, pensamiento
algorítmico para la planificación, la modelización, la organización y el
procesamiento de la información (*).
Ofrecer
oportunidades para conocer e interactuar con tecnologías contemporáneas
diversas, que permitan comprender el “estado del arte” del desarrollo tecnológico
(*).