Muchos piensan que los hackers son personas que están
en oscuras habitaciones todo el día con sus ordenadores tratando de
romper los sistemas más complicados para robar información y, después,
venderla con fines maléficos. Hollywood tiene la culpa en su mayor parte
y si bien en ocasiones es así, la realidad es diferente. Existen muchos
motivos por los cuales estos expertos deciden ingresar a sistemas
informáticos y vulnerar su seguridad.
"Los hackers son personas con mentes inquietas e
imaginativas que buscan nuevas formas de utilizar la tecnología",
asegura Chema Alonso, Auditor de Seguridad en informtica64 , premiado como Most Valuable Professional por Microsoft en el área de Seguridad Empresarial y autor del blog El lado del mal .
Como bien comenta Alonso, no hay que confundir a un
hacker con un ciberdelincuente. El segundo puede ingresar a sistemas con
un objetivo monetario o a empresas para robar información. Los hackers,
por otra parte, lo hacen sólo por pasión y sin la intención de hacer
daño.
CP, un hacker de 30 años que prefirió no revelar su
identidad, explicó que él muchas veces lo hace porque lo divierte. En el
proceso, por mas que el hackeo resulte o no y haya sido por simple
diversión, "siempre se aprende algo". En otras ocasiones las razones son
más profundas: "Porque quiero exponer que una organización o empresa no
cuida los datos de sus clientes como debería. Así puedo concientizar a
la gente respecto a qué información personal tienen de ellos y cómo
puede ser utilizada para diferentes fines".
Otros, como Alonso, lo hacen por pura pasión: "Puedo
pasarme noches enteras en la búsqueda de un fallo en un sistema,
software o empresa sólo por el placer de saber el por qué del fallo.
Hace años que no diferencio entre trabajo -me pagan por hacer hacking
ético profesional a empresas- y hobby".
Los estándares de ética de los hackers son muy altos y, por ese
motivo, ninguno quiso revelar cuáles son los sitios con fallos en los
sistemas que dejan la puerta abierta para que alguien pueda ingresar y
robar los datos. "Lo que sí podemos decir -explica Alonso- es que hay en
Internet sitios de renombre o militares que tienen fallos".
La seguridad informática estaba, la mayoría de las
veces, relegada y no muchas compañías se preocupaban por ella. Hace un
tiempo esto comenzó a cambiar. "El hacktivismo, esa combinación
explosiva entre el hacking y la actividad política, prendió algunas
alarmas. Eso es bueno. Ahora, más que nunca se está empezando a valorar a
la Seguridad de la Información como corresponde y no sólo si hay tiempo
y dinero", reveló Nahuel Grisolía, de 26 años y consultor independiente.
Las ganas de explorar son el principal impulso. Eso sí,
no todos piensan de la misma manera y, en ocasiones, la intención
detrás de la acción no siempre es buena. Muchos sólo quieren romper los
sistemas a los que ingresan. A estos, si bien la mayoría les llama
hackers, en realidad son denominados crackers. Suelen hacer colapsar
servidores, infectar computadoras, entrar a zonas restringidas y también
crean botnets conformadas por miles de computadoras zombies (se les
dicen así porque son ordenadores infectados que hacen lo que ellos les
ordenan, como atacar un sitio web).
La llegada de Anonymous
Con el nacimiento de Anonymous , la organización sin líder que está conformada por personas de todo el
mundo que se ponen de acuerdo para realizar ataques contra diferentes
compañías (en su momento tiraron los sitios de Visa y MasterCard entre
otros), se empezó a hablar mucho más sobre hackers, lo que hacen, si las
prácticas llevadas a cabo están bien o mal y la ética que tienen. Si
bien no todos los que forman parte de la agrupación son expertos en
seguridad informática, muchos sí. Entre todos deciden cuál es el target y
los que saben se encargan del resto.
"Cada cual usa sus medios para pelear por lo que cree justo y estos individuos, unidos, encontraron su forma", disparó Grisolía.
La idea principal detrás de esta agrupación es luchar
contra entidades que no apoyen los derechos de los ciudadanos del mundo.
Por ese motivo cuando una empresa toma una medida que ellos consideran
que no es correcta (como cuando MasterCard bloqueó los fondos de
WikiLeaks, el sitio fundado por el periodista Julian Assange que filtró
cientos de cables diplomáticos), la atacan para dejarla sin
funcionamiento.
Según Alonso hay operaciones de Anonymous que fueron positivas y
desvelaron cosas malas de organizaciones mientras que otras no fueron
tan positivas y los hicieron quedar mal, como cuando dijeron que iban a
hackear Facebook en noviembre y no sólo no lo hicieron sino que se
tiraron a miles de usuarios de la red social en contra.
Muchos podrían decir que las acciones que toma
Anonymous no son las correctas y, sin ir muy lejos, algunos aseguran que
son los terroristas de la red. Guste o no, la intención de esta
agrupación conformada por miles de personas de todo el globo es hacerse
escuchar cuando algo no gusta. Como si se tratase de una manifestación
digital.
Está claro que el cine hizo lo suyo y mostró a los
hackers como personas oscuras, encerradas en habitaciones tratando de
robar dinero de bancos con errores en su seguridad. Si bien existen
personas que hacen eso, son ciberdelincuentes. Como bien dijo Alonso,
los verdaderos hackers "lo hacen por pasión y por la necesidad de
entender como funcionan las cosas que los rodean". Tan simple como eso